sábado, 8 de octubre de 2011


Mondoñedo subasta invernaderos de los fallidos polígonos agrarios

Vende en 16.000 euros parte de lo que costó 270.000 hace una década
Salvador Serantes
 
VIVEIRO / LA VOZ
 
3/10/2011
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Del 2001 al 2004, en una experiencia que se calificó de pionera, se invirtieron al menos 270.000 euros en crear unos polígonos agrarios en Mondoñedo. Se montaron en una finca de seis hectáreas de la parroquia de Masma, que el Concello de Mondoñedo alquiló por unos 3.300 euros al año. El proyecto municipal recibió financiación y asesoramiento de la Consellería de Agricultura, además de apoyo de la de Promoción de Emprego, que pagó cursos de formación, con idea de que los jóvenes aprendiesen el oficio de horticultor y pudiesen vivir de él. Entre otras instalaciones, se montaron diez invernaderos multitúnel, de 960 metros cuadrados cada uno. Ahora, el Concello los subasta. Antes de que pasasen los diez años contratados, ha rescindido el alquiler de la finca. El PP, el mismo partido que impulsó los polígonos, denunciaba hace un par de años su «estado de absoluto abandono». Nunca llegaron a estar cultivados todos, e incluso no se descarta que el Concello deba pagar por desmontarlos y dejar la finca como estaba.
Xusto Fernández Haro, teniente de alcalde del bipartito BNG-PSOE que gobierna Mondoñedo, explica que optan por subastar los invernaderos porque son propiedad del Concello. Siguen las recomendaciones de los servicios jurídicos, después de que los dueños de la finca elegida para impulsar los fallidos polígonos agrarios pidiesen la rescisión del alquiler. El Concello renuncia porque esa experiencia piloto solo funcionó de modo «esporádico». De los diez invernaderos, nunca estuvieron ocupados más de la mitad. Un particular tenía alquilado alguno hasta este mismo año. Ahora queda por ver si hay algún interesado en pagar los 16.112 euros que pide el Concello por los invernaderos, anclados sobre bases de hormigón en una finca que deberán dejar como estaba antes.
Esa iniciativa de fomento y creación de empleo permitió a veinte alumnos recibir formación teórica y práctica sobre horticultura. Corría el año 2001 y entonces se estaba preparando el polígono. Al año siguiente, quedaban diez alumnos, los llamados a experimentar si era posible vivir de cultivar la tierra. En el 2003, un demoledor informe de la tres profesores de la Escola Politécnica de Lugo ya advertía que las tierras elegidas presentaban «limitaciones reales», que podrían influir negativamente en el cultivo y condicionar la viabilidad económica de las explotaciones. El Concello invirtió dinero público en enriquecer la tierra y en montar una red de riego.
Dos años atrás, la concejala popular Elena Candia decía que cuando BNG y PSOE habían accedido al gobierno de Mondoñedo, los polígonos «estaban coidados e explotados por un equipo humano, profesional e con gran capacidade de traballo». Justo lo contrario de lo que esa misma edila describía en esa misma nota del 2009, una situación «dantesca e desoladora».
En nombre del bipartito mindoniense, Fernández Haro cree que los polígonos agrarios fracasaron porque «non deron os froitos esperados, e nunca se acadou o obxectivo prantexado». Entre otras razones, porque vivir de la horticultura no depende solo de las cosechas, sino también de cómo se comercializan y distribuyen. Y ese eslabón de la cadena parece haber resultado determinante en el abandono de otra experiencia financiada con fondos públicos.
«Non deron os froitos esperados, e nunca se acadou o obxectivo prantexado»
«Limitaciones reales» para cultivar y lograr rentabilidad con
la finca elegida

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